Terrenales y etereos, bailamos entre cortinas de humo la macabra sinfonía del miedo… Y subir y bajar, y creer y olvidar…. Un poco angeles otro tanto demonios, viajamos a través de pasadizos rituales, de calavéricas flores, de noctambulos ardores, levantamos vuelo cuando el sol se ha postrado entre nubarrones de mar y alzamos la mirada hacia lo inalcanzable, pero olvidamos detalles básicos como limpiar las alas, remover el polvo del fracaso que se enreda entre sus plumas, dejamos acumular capas y mas capas de secretos duelos,…
Y allí estamos luego, perdidos entre nuestros propios designios, acobardados frente a los dioses que alimentamos y olvidamos ser… Y dejamos de estar, y olvidamos soñar… Rendidos nos entregamos al angustioso abandono de la cotidianidad, de la soberbia incomprendida, de los recuerdos homicidas de madrugadas…
Y nos asomamos a la ventana para descubrir una luna roja en medio del jardín, un jardín desolado casi desierto. ¿Has notado que hasta las flores se marcharon de tu lóbrego vergel? Solo una melancólica cigarra canta una única canción, la misma que dejaste de entender cuando decidiste clavar tu cabeza entre agónicas margaritas y cerrar los oidos a las palabras del viento…
Date la vuelta ahora!!!!! recrea de nuevo tu realidad!! Olvida tus viejas formas y recostruyete como quieras, retoma trazos antiguos de sagradas tierras y construye de nuevo todo lo que un día fue bello y se durmio al abrigo de los años y la desidia… No te abandones, no te perdones, retoma el camino que un día olvidaste por recorrer alfombras de niebla… Traza de nuevo un rumbo, pero esta vez no te des vuelta para ver lo que dejaste olvidado, aferrate a tu alma y lanzate al vacio, sin temor alguno, por que aunque profundo, ese vacio nunca sera tan mústio e insondable como el que has dejado entrar en tu cabeza por perseguir espejismos vanos…